Está tan lleno de artimañas como lo estaba el mitológico caballo de Troya del que se ha tomado el nombre.
A primera vista el troyano parece ser un programa útil, pero en realidad hará daño una vez instalado o ejecutado en tu ordenador. Los que reciben un troyano normalmente son engañados a abrirlos porque creen que han recibido un programa legítimo o archivos de procedencia segura.
Cuando se activa un troyano en tu ordenador, los resultados pueden variar. Algunos troyanos se diseñan para ser más molestos que malévolos (como cambiar tu escritorio agregando iconos de escritorio activos tontos), mientras que otros pueden causar daño serio, suprimiendo archivos y destruyendo información de tu sistema.
También se conoce a los troyanos por crear puertas traseras o backdoors en tu ordenador permitiendo el acceso de usuarios malévolo a tu sistema, accediendo a tu información confidencial o personal.
A diferencia de los virus y gusanos, los troyanos ni se auto replican ni se reproducen infectando otros archivos.
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